MADRE CON SU NIÑA.
Estaba muy de moda llevar el pelo recogido con una trenza enrollada sobre la cabeza a modo de copete o moño, coronado con un broche o aguja de pelo. Habitualmente se vestía así con motivo de alguna festividad social, religiosa, como semana santa o familiar como una comunión, cumpleaños o boda. Estas celebraciones en la infancia tenían una especial relevancia ya que la mortalidad infantil era muy alta, y más antes de los primeros cinco años de vida, sobre todo en las clases trabajadoras y las poblaciones rurales con una tasa de hasta el 50% de decesos.