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Hacerse una fotografía en el siglo XIX debía ser un acontecimiento de importancia con carácter de celebración, festividad o solemnidad, ya que implicaba el vestirse y prepararse para la ocasión, el acudir casi siempre acompañado al estudio, y el negociar el carácter del retrato, la puesta en escena, y la iluminación con el fotógrafo. La compañía arrendataria de tabacos es la antecesora de Tabacalera s.a. que no se crea hasta 1945.


Este caballero, posa sentado en el estudio de Almayso, luciendo una boina ligeramente ladeada. Este articulo para cubrir la cabeza era muy común en el norte de España y las Vascongadas. Aunque ya se sabe de su existencia en la cultura cretense, relacionada con un birrete en la edad media o la boina marinera en el siglo XIX. Es una prenda de tradición cultural que se utilizaba como distinción para campeones de competiciones, "txapeldun" que derivó en uso costumbrista para eventos sociales y celebraciones, popularizándose en todos los ámbitos con posterioridad.


Mujer joven leyendo a la luz de una lámpara a la que a ladeado la pantalla para recibir luz más directa. En 1852 se iluminó la plaza de la Armería del palacio Real con luz eléctrica, posteriormente en 1858 se instaló iluminación eléctrica en una fuente de Madrid con motivo de la llegada del agua del canal de Isabel II a la ciudad. En estos documentos gráficos podemos apreciar e investigar la evolución social de la época junto a la cervecera Mahou. El autor de la imagen, el Sr Almayso es el acrónimo formado por las iniciales de Alfredo Mahou y Solana.


Copia de retrato autografiado de Praxedes Mateo Sagasta, presidente del consejo de ministros del 1870 a 1902 alternándose con Cánovas del Castillo, ingeniero de caminos de formación nacido el 21 de julio de 1825 y fallecido en 1903. Político de corte liberal era conocido por su retórica. Bajo su mandato se produjo la guerra Hispano-estadounidense en Cuba. Magnífico documento gráfico perteneciente al fondo archivístico histórico de Mahou-San Miguel, único en España y Europa.


Retrato de mujer con trenza recogida en moño luce un colgante de estrella de ocho puntas. Estaba muy de moda llevar el pelo recogido con una trenza enrollada sobre la cabeza a modo de copete, coronado con un broche o aguja de pelo. El fondo fotográfico Almayso es uno de los más extensos que se conservan actualmente en el inicio de la fotografía en el siglo XIX y posteriormente, para toda Europa, tanto en la disciplina del retrato, el paisaje o la imagen costumbrista.


La pequeña de la foto posa feliz, luciendo un bonito vestido claro. Habitualmente se vestía así con motivo de alguna festividad social, religiosa, como semana santa o familiar como una comunión, cumpleaños o boda. El bautizo era una celebración familiar, social y religiosa de importancia, donde los padres y el padrino confirmaban su fe y compromiso de educación del crio en la fe católica.


Este señor de aspecto bohemio y literario, luce un curioso bigote de puntas muy marcadas a lo Gustavo Adolfo Bécquer. Existían muchos tipos de bigote, el natural, sin artificios, bigote inglés con puntas hacia afuera, imperial, pequeño tupido con las puntas en rizo hacia arriba, húngaro, más grande y estilo libre o Friendly Mutton chops que une las patillas por el bigote.


Bonito retrato de una mujer luciendo en lo alto del moño una diadema. Dicha imagen se circunscribe en un ovalo de esfumato o degradado, muy típico de la época para dulcificar el perímetro de la fotografía. Este tipo de imágenes solían utilizarse para llevar en portarretratos de objetos como relojes de bolsillo o camafeos de cierre.


Imagen de un dibujo decorativo con motivos clásicos quizás bocetado para alguna decoración mural o para reproducir en una imprenta. Gracias al estudio fotográfico de Almayso en Madrid, Mahou dispone de uno de los fondos fotográficos históricos más importantes de España y consiguientemente de Europa, en retrato y composición costumbrista de la segunda mitad del siglo XIX en adelante.


Solemne retrato familiar protagonizado por una pequeña de pelo rubio y vestido a cuadros junto a sus elegantes progenitores sujetándola para la ocasión. Fotografía perteneciente al fondo histórico del archivo Mahou-San Miguel, que posee casi 5000 imágenes de sociedad del siglo XIX y principios de XX.


Durante una reunión familiar por una celebración especial, y con todos los componentes reunidos para la ocasión, aprovechaban para retratarse todos juntos de una manera relajada, como es el caso, pudiendo así discernir un carácter más relajado y disperso de la sociedad de la epoca.


Este idilico y romántico retrato nos muestra a una señora con sus tres hijos, vestidos con colores oscuros y una de las niñas mostrando orgullosa su muñeca. Las muñecas en el siglo XIX podían tener cabeza de porcelana, convirtiéndose en piezas de gran valor. Las muñecas francesas eran las más cotizadas por su complejidad y los vestidos que marcaban estilo en la moda del momento. Figuras muy elaboradas con vestidos de gran calidad convertían estos objetos en herencias que pasaban de padres a hijos. Se popularizaron a finales del XIX en madera o papel maché. Aunque la muñeca más popular en España no llegaría hasta 1938 con la fabricación en serie de Mariquita Pérez, que marcaría a una generación entera como uno de sus emblemás.


Y aunque el titulo parezca que se refiere a tres infantes jugando con un caballito de madera, la realidad es que son tres hombretones participando en una humoristica escena teatralizada en el estudio de Almayso. Desde finales del ultimo decenio del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX en Madrid las celebraciones de carnaval se caracterizaban con el lucimiento y concurso de las carrozas y gente disfrazada para la ocasión, quizás es el caso. Al igual que la fotografía, lo que antes era algo exclusivo de las clases altas en el caso del retrato, con el carnaval y las fiestas de o bailes de carnaval, la celebración se popularizó.


Curiosa imagen de una familia en la que dos de sus componentes varones posan con un rifle y una escopeta con Almayso en el centro mirando su reloj, y es que para mejorar la exposición de la foto a veces era mejor mantenerse quietos un ratito. El fondo fotográfico Almayso es uno de los más extensos que se conservan actualmente en el inicio de la fotografía en el siglo XIX y posteriormente, para toda Europa, tanto en la disciplina del retrato, el paisaje o la imagen costumbrista.


Retrato de tres hermanos mayores junto a su progenitor que posa sentado con la pequeña de la familia vestida de blanco. Uno de ellos vestido de jinete con las botas con espuelas para equitación. Gracias al estudio fotográfico de Almayso en Madrid, Mahou dispone de uno de los fondos fotográficos históricos más importantes de España y consiguientemente de Europa, en retrato y composición costumbrista de la segunda mitad del siglo XIX en adelante.


Este señor con uniforme de guardia portando su sable y arma reglamentaria posa orgulloso junto a su esposa y dos hijas. Claramente con su uniforme de gala para una celebración especial. Hacerse una fotografía en el siglo XIX debía ser un acontecimiento de importancia con carácter de celebración, festividad o solemnidad, ya que implicaba el vestirse y prepararse para la ocasión, el acudir casi siempre acompañado al estudio, y el negociar el carácter del retrato, la puesta en escena, y la iluminación con el fotógrafo.


Gracias al estudio fotográfico de Almayso en Madrid, Mahou dispone de uno de los fondos fotográficos históricos más importantes de España y consiguientemente de Europa, en retrato y composición costumbrista de la segunda mitad del siglo XIX en adelante. En este caso la imagen la protagoniza estos feliices padres con su pequeña en el centro.


Las pequeñas lucen sus disfraces de zíngaras en las escaleras de la casa de veraneo y es que había mucho tiempo para pasarlo en jugar y disfrazarse. A veces para divertirse participaban en este tipo de juegos como pasatiempo. Antes prescindían de toda la tecnología actual y solo aparecerían los gramófonos para escuchar música a partir de 1899 y la primera emisión de radio Ibérica en España no se realizó hasta 1924. En estos documentos gráficos podemos apreciar e investigar la evolución social de la época junto a la cervecera Mahou. El autor de la imagen, el Sr Almayso es el acrónimo formado por las iniciales de Alfredo Mahou y Solana.


Simpática imagen de dos pequeños disfrazados, vestidos así para una fecha especial, por la fecha de la foto seguro que hay una fiesta de carnaval. ¿El pequeño llevara peluca?. Desde finales del ultimo decenio del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX en Madrid las celebraciones de carnaval se caracterizaban con el lucimiento y concurso de las carrozas decoradas libremente para la ocasión por sus promotores, en el Paseo de la Castellana. Al igual que la fotografía, lo que antes era algo exclusivo de las clases altas en el caso del retrato, con el carnaval y las fiestas de o bailes de carnaval, la celebración se popularizó.


Niños disfrazados de novios posan escenificando la escena en el estudio de Almayso. Desde finales del ultimo decenio del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX en Madrid las celebraciones de carnaval se caracterizaban con el lucimiento y concurso de las carrozas decoradas libremente para la ocasión por sus promotores, en el Paseo de la Castellana. Al igual que la fotografía, lo que antes era algo exclusivo de las clases altas en el caso del retrato, con el carnaval y las fiestas de o bailes de carnaval, la celebración se popularizó.


La fotografía de retrato nace en el siglo XIX continuando la labor artística de los pintores retratistas de la época, avalada por siglos de historia. Con la fotografía, el retrato se socializa, y aunque no deja de ser costoso, no lo es tanto como contratar a un pintor. Primero la usaron las familias con una posición económica acomodada, popularizándose posteriormente. En este caso vemos a este señor de gesto serio retratado en el estudio de Almayso.


Finales del siglo XIX fue desastroso para España en el ámbito geopolítico debido a la perdida de sus últimás colonias en Asia y Latinoamérica, con Cuba y Filipinas en 1898 en la guerra hispano-estadounidense. También pierde Puerto Rico, aunque España mantiene su soberanía hasta 1899 y Guam e islas Marianas también son cedidas a Estados Unidos. Esto supuso el retorno de expatriados que emigraron en su momento en busca de riquezas y prosperidad denominados en el siglo de oro indianos por su venida de las indias sudamericanas y que en este caso trajeron un capital considerable muy importante para la entonces deteriorada economía española.


Hombre con frac y pantalon a rayas posa en escorzo para Almayso. En la moda del momento además de la vestimenta de diario, existía la de día, más elegante para las horas diurnas, para pasear por el retiro por ejemplo, o la de cocktail, para celebraciones de alto copete y diurnas o nocturnas de chaqué o frac, entre otros atuendos. En estos documentos gráficos podemos apreciar e investigar la evolución social de la época junto a la cervecera Mahou. El autor de la imagen, el Sr Almayso es el acrónimo formado por las iniciales de Alfredo Mahou y Solana.


El hombre de la foto luce un curioso flequillo y una bonita cadena de reloj de bolsillo. Habitualmente se vestía así con motivo de alguna festividad social, religiosa, como semana santa o familiar como una comunión, cumpleaños o boda. Fotografía perteneciente al fondo histórico del archivo Mahou-San Miguel, que posee casi 5000 imágenes de sociedad del siglo XIX y principios de XX.


Imagen de la foto ya realizada y positivada anteriormente de un hombre con barba y trajeado. Hacia 1855 La placa de vidrio sucede al daguerrotipo como soporte fotográfico más eficaz sobre el que se realizaron la captura de la imagen por medio de una emulsión de colodión húmedo en dicho vidrio al reaccionar con la luz. Almayso fué pionero en las técnicas usadas para elaborar las fotografías y se convirtió en un destino de referencia para la sociedad madrileña.