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Quizas luce sus guantes de hipica o de conducción de coches ya que era una prenda muy común entre los agraciados que podían pilotarlos. Los coches, antes los carrozaban los propios que construían los carruajes de caballos, por lo que las marcas se identificaban con ellos, de ahí viene el nombre de carrocero y carrocería para el envoltorio del vehículo motor. Según registros, el primer coche matriculado en España fué en Mallorca el 31 de octubre de 1900 marca Clement. en 1907 en Barcelona uno marca Berliet y en Madrid un Panhard. Almayso, cuyo nombre deriva de las iniciales de Alfredo Mahou y Solana fue pionero en el arte de la fotografía y el retrato en la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX.


El elegante caballero con gafas posa en escorzo para Almayso. Existen diferentes planos de retrato, el general presenta por completo a los retratados, el americano de rodillas para arriba, el medio presenta el torso y acerca al individuo, haciéndolo más personal e identificativo, el medio corto como el busto en la escultura y el primer plano que retrata la cara. En el caso del retratado de medio lado, se denomina escorzo, palabra ya utilizada años atrás en pintura.


Habitualmente se vestía así con motivo de alguna festividad social, religiosa, como semana santa o familiar como una comunión, cumpleaños o boda. Y aprovechando el momento hacerse una fotografía que en el siglo XIX debía ser un acontecimiento de importancia con carácter de celebración, festividad o solemnidad, ya que implicaba el vestirse y prepararse para la ocasión, el acudir casi siempre acompañado al estudio, y el negociar el carácter del retrato, la puesta en escena, y la iluminación con el fotógrafo.


Habitualmente se vestía así con motivo de alguna festividad social, religiosa, como semana santa o familiar como una comunión, cumpleaños o boda. El hombre de la foto luce un anillo en el dedo meñique de la mano izquierda como muestra de estar casado, era una costumbre del siglo XIX que fue cambiando con el tiempo. Almayso, cuyo nombre deriva de las iniciales de Alfredo Mahou y Solana fue pionero en el arte de la fotografía y el retrato en la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX.


Habitualmente se vestía así con motivo de alguna festividad social, religiosa, como semana santa o familiar como una comunión, cumpleaños o boda. A finales del XIX y comienzos del XX empieza a popularizarse el traje chaqueta combinado con un chaleco y pantalones a juego que se va popularizando entre la burguesía madrileña con corbata blanca o negra y un sombrero, bombín o chistera también llamado de copa. y este joven cumple todo el canon de la moda del momento.


Nuestro protagonista con gesto enérgico y bigote al estilo de Bécquer luce una gran pajarita, esta prenda aunque apareció en el siglo XVII como prenda funcional en el uniforme croata en plenas guerras prusianas para cerrar la camisa, el rey sol Luis XIV la adopto para los uniformes de su ejército, la moda traspaso el canal de la mancha donde Lord Brummel la popularizó y más después de la revolución industrial y su producción en diferentes estampados. Actualmente es una prenda usada para importantes eventos y celebraciones sociales y que se combina a la perfección con el smoking o frac.


El hombre del retrato luce un bigote muy de la moda postromántica del que su principal figura en España puede situarse en el poeta sevillano Gustavo Adolfo Bécquer 1836-1870. Para los caballeros en sus bigotes se usaban diferentes ceras y aceites para mantener mostachos más grandes y complejos que también podían servir de fijativos para el pelo.


El joven del retrato luce un pañuelo y una corbata de rayas con un pequeño broche en el nudo. La herradura ha sido un símbolo talismán que invocaba la fortuna y la buena suerte. Almayso, cuyo nombre deriva de las iniciales de Alfredo Mahou y Solana, fue testigo de excepción del paso de Madrid y los madrileños hacia la Modernidad. Pionero en las técnicas usadas para elaborar las fotografías, Almayso se convirtió en un destino de referencia para la sociedad madrileña, ávida por dejarse retratar como sucedía ya en otras capitales europeas.


El chaval de la foto luce sus mejores galas en el estudio de Almayso, seguro que por un motivo especial. Se apoya en un balaustre junto a una pilastra de atrezzo. Los fotógrafos de la época solían tener en sus estudios de retrato recursos escénicos y de attrezzo para dar variedad en las posibilidades de la composición del plano. El fondo fotográfico Almayso es uno de los más extensos que se conservan actualmente en el inicio de la fotografía en el siglo XIX y posteriormente, para toda Europa, tanto en la disciplina del retrato, el paisaje o la imagen costumbrista.


Gracias al estudio fotográfico de Almayso en Madrid, Mahou dispone de uno de los fondos fotográficos históricos más importantes de España y consiguientemente de Europa, en retrato y composición costumbrista de la segunda mitad del siglo XIX en adelante.


Este joven con corbata a rayas luce en el nudo un broche, algo muy comun en el siglo XIX. En la moda del momento además de la vestimenta de diario, existía la de día, más elegante para las horas diurnas, para pasear por el retiro, por ejemplo, o la de coctel, para celebraciones de alto copete y diurnas o nocturnas de chaqué o frac, entre otros atuendos. Almayso, cuyo nombre deriva de las iniciales de Alfredo Mahou y Solana fue pionero en el arte de la fotografía y el retrato en la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX.


A finales del XIX y comienzos del XX empieza a popularizarse el traje chaqueta combinado con un chaleco y pantalones a juego que se va popularizando entre la burguesía madrileña con corbata blanca o negra y un sombrero, bombín o chistera también llamado de copa. y este joven cumple todo el canon de la moda del momento.


El cadete posa luciendo, con cigarro en la mano, su uniforme y es que había que ser muy valiente y tener mucha vocación para hacerse militar en semejante momento histórico, aunque también pesaba la tradición familiar militar. Finales del siglo XIX fue desastroso para España en el ámbito geopolítico debido a la perdida de sus últimas colonias en Asia y Latinoamérica, con Cuba y Filipinas en 1898 en la guerra hispano-estadounidense. También pierde Puerto Rico, aunque España mantiene su soberanía hasta 1899 y Guam e islas Marianas también son cedidas a Estados Unidos.


Mujer luce moño trenzado para un retrato de forma circular. La técnica del ovalo esfumato resaltaba la figura del fondo de una forma delicada y elegante, imitando los retratos pintados de épocas anteriores con fondos oscuros y esfumato, que así se llamaba a la técnica de degradado tonal. También el soporte en el que se iba a llevar definía la forma. Este tipo de imágenes solían utilizarse para llevar en portarretratos de objetos como relojes de bolsillo o camafeos de cierre.


Retrato de una niña luciendo feliz una mantilla bordada con una flor como broche. Dicha imagen se circunscribe en un ovalo de esfumato o degradado, muy típico de la época para dulcificar el perímetro de la fotografía. Este tipo de imágenes solían utilizarse para llevar en portarretratos de objetos como relojes de bolsillo o camafeos de cierre. Habitualmente se vestía así con motivo de alguna festividad social, religiosa, como semana santa o familiar como una comunión, cumpleaños o boda. Hacerse una fotografía en el siglo XIX debía ser un acontecimiento de importancia con carácter de celebración, festividad o solemnidad, ya que implicaba el vestirse y prepararse para la ocasión, el acudir casi siempre acompañado al estudio, y el negociar el carácter del retrato, la puesta en escena, y la iluminación con el fotógrafo.


Retrato de una niña luciendo un traje regional con un fondo mural y unos elementos decorativos. Habitualmente se vestía así con motivo de alguna festividad social, carnaval, religiosa, como semana santa o familiar. Hacerse una fotografía en el siglo XIX debía ser un acontecimiento de importancia con carácter de celebración, festividad o solemnidad, ya que implicaba el vestirse y prepararse para la ocasión, el acudir casi siempre acompañado al estudio, y el negociar el carácter del retrato, la puesta en escena, y la iluminación con el fotógrafo.


Mujer luce un broche en el cuello de su vestido para un retrato de forma circular. La técnica del ovalo esfumato resaltaba la figura del fondo de una forma delicada y elegante, imitando los retratos pintados de épocas anteriores con fondos oscuros y esfumato, que así se llamaba a la técnica de degradado tonal. También el soporte en el que se iba a llevar definía la forma. Este tipo de imágenes solían utilizarse para llevar en portarretratos de objetos como relojes de bolsillo o camafeos de cierre. Además el retrato de la señora se vio retocado en lo que eran las antiguas técnicas gráficas en este caso en el rostro, con una ralladura o sutil lijado para suavizar la piel.


Retrato familiar de dos pequeños sentados uno en el regazo del otro, posando con mirada seria, para el objetivo del fotógrafo. En este caso es la forma de hacer una copia sobre una imagen ya realizada. La fotografía de retrato nace en el siglo XIX continuando la labor artística de los pintores retratistas de la época, avalada por siglos de historia. Con la fotografía, el retrato se socializa, y aunque no deja de ser costoso, no lo es tanto como contratar a un pintor. Primero la usaron las familias con una posición económica acomodada, popularizándose posteriormente.


Retrato de una mujer con mantilla bordada cubriendo el cabello. Dicha imagen se circunscribe en un ovalo de esfumato o degradado, muy típico de la época para dulcificar el perímetro de la fotografía. Este tipo de imágenes solían utilizarse para llevar en portarretratos de objetos como relojes de bolsillo o camafeos de cierre. Habitualmente se vestía así con motivo de alguna festividad social, religiosa, como semana santa o familiar como una comunión, cumpleaños o boda. Hacerse una fotografía en el siglo XIX debía ser un acontecimiento de importancia con carácter de celebración, festividad o solemnidad, ya que implicaba el vestirse y prepararse para la ocasión, el acudir casi siempre acompañado al estudio, y el negociar el carácter del retrato, la puesta en escena, y la iluminación con el fotógrafo. Datada en Mayo de 1888.


Bonita foto del tren a vapor entrando en el túnel que llega a la estación de la localidad serrana de Cercedilla que era una localidad donde pasaron muchos momentos lo más insigne e ilustres de la sociedad de la época, desde el pintor Sorolla, Canalejas, el ministro Eduardo Cobián, Ramon y Cajal, el poeta Luis Rosales y muchos otros desde el siglo XIX y todo el siglo XX. Dicha moda viene avalada por la llegada del tren a la localidad. El campo y la sierra madrileña, era un lugar de desconexión en fin de semana o en los largos periodos estivales de verano. Magnífico documento gráfico perteneciente al fondo archivístico histórico de Mahou-San Miguel, único en España y Europa.


Bonita imagen familiar que nos define la moda y costumbres de la época. Hacerse una fotografía en el siglo XIX debía ser un acontecimiento de importancia con carácter de celebración, festividad o solemnidad, ya que implicaba el vestirse y prepararse para la ocasión, el acudir casi siempre acompañado al estudio, y el negociar el carácter del retrato, la puesta en escena, y la iluminación con el fotógrafo. En estos documentos gráficos podemos apreciar e investigar la evolución social de la época junto a la cervecera Mahou. El autor de la imagen, el Sr Almayso es el acrónimo formado por las iniciales de Alfredo Mahou y Solana.


El joven de la foto posa orgulloso con su uniforme de infantería sujetando un imponente sable, apoyado en una pilastra en el estudio de Almayso. El fondo fotográfico Almayso es uno de los más extensos que se conservan actualmente en el inicio de la fotografía en el siglo XIX y posteriormente, para toda Europa, tanto en la disciplina del retrato, el paisaje o la imagen costumbrista.


Esta mujer con un parasol abierto nos enseña un enorme abanico con dedicado a los toros. Los fotógrafos solían tener en sus estudios de retrato recursos escénicos y de attrezzo para dar variedad en las posibilidades del retrato. Como fondo diversos murales impresos en tela o papel, para escenografía, elementos como rocas, balaustres, pequeños puentes o columnas y de attrezzo, libros, revistas, vajillas alfombras y otros objetos.


Instantánea en el jardín de un hombre disfrutando del sol mientras una mujer observa al fotógrafo desde la sombra de la arboleda. Almayso se preocupó de retratar momentos mundanos de la vida de la gente y su entorno al más puro estilo de un reportero, ampliando la riqueza de su fondo fotográfico. No era fácil el manejar y portar material fotográfico profesional a cualquier lugar de la geografía, debido a la aparatosidad de las herramientas y máquinas. Esto se traduce en unas ganas, pasión y sacrificio por parte de Don Alfredo a la hora de ejercer su profesión de fotógrafo y retratista.


Podemos ver en la cintura de la señora, el Photoshop de la época para estrechar el perfil del corsé. Realizando el retoque físico con pintura, el pegado de tramas y el raspado con una cuchilla del original como en este caso, del soporte de vidrio. Dicho corsé es una prenda que a partir de 1905 inicia su decadencia y el camino de su desaparición.